Vecindario nº 62

Está visto que esto de las obras no tiene fin. Cuando parecía que ya habían terminado, por fin, las obras de renovación de redes, nos encontramos, una vez más con las consabidas señales de desvío del tráfico, los bloques, las vallas y la pala excavadora.

En esta ocasión, la obra ha sido llevada a cabo por el Ayuntamiento de Salamanca a través de la empresa concesionaria Aqualia, y ha consistido en la renovación de los sumideros de agua, debido a que se formaban unos charcos enormes frente a la Estación de Autobuses, tal y como habíamos denunciado desde «ASANBER».

Se da la circunstancia de que es ya la tercera vez, que recordemos, que se renueva esta red, lo cual quiere decir que en anteriores ocasiones no se ha hecho bien. El caso es que seguimos gastando dinero en obras, causamos problemas a los peatones y conductores y damos una malísima imagen. ¿De verdad no es posible un poco de planificación y de orden, para evitar este contínuo abrir y cerrar calles?

Y no acaban aquí todos los males. Nos hemos enterado de que todavía queda pendiente de abrir la zona de la Plaza de las Cigüeñas, donde la red de aguas es bastante vieja y puede reventar el día menos pensado. No se renovó durante las obras del resto de calles del barrio por falta de presupuesto, pero no va a quedar más remedio que hacerlo en breve, antes de que empiecen de nuevo los reventones y seamos, de nuevo, noticia en los medios.