Las elecciones municipales ya se intuyen a la vuelta de la esquina y al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Salamanca le van entrando las prisas para tratar de conseguir los votos de los ciudadanos.

Como el dinero no abunda, hay que ir sacando adelante proyectos poco ambiciosos, pero que sean visibles para los ciudadanos de cara a las elecciones. En el Barrio San Bernardo, además de la reforma (parcial) de las aceras de la Avenida F. Villalobos, va a modificarse la Avenida de los Maristas en su confluencia con el Paseo de San Vicente.

Es de sobra conocida nuestra postura contraria al acceso provisional al Complejo Hospitalario, que consideramos desafortunado y peligroso. El Ayuntamiento no lo cree así, según ha ido manifestando reiteradamente, aunque vemos que adopta decisiones que acaban dándonos la razón. En concreto, el proyecto de reforma de la Avenida de los Maristas consiste en crear cuatro carriles de salida hacia el Paseo de San Vicente, en lugar de los tres existentes actualmente. El motivo es claro, hay mucho tráfico, se generan atascos a determinadas horas y hay que tratar de dar mayor fluidez. Para sacar adelante esta propuesta, se eliminan una serie de aparcamientos y se cambia la parada del autobús urbano.

La reforma de las aceras de la Avda. F. Villalobos está pendiente de ser adjudicada a la empresa que resulte ganadora del concurso, algo que sucederá en breve.

Proyectos de más enjundia (y presupuesto), como es el caso del Victoria Adrados, no han salido todavía a la luz, por lo que no es fácil que se pongan en marcha en breve. Como mucho, nos enseñarán el proyecto definitivo.

Llega la hora de las urnas y los responsables municipales tratan de buscar votos desesperadamente con estos pequeños remiendos, que tratarán de vender a bombo y platillo en los próximos meses.  Las encuestan no son nada prometedoras, así que hay que esforzarse al máximo.

La necesidad aguza los sentidos y nos hace perder, a veces, las formas. Aprovechando que el Centro «Victoria Adrados» se encuentra en la actualidad cerrado y que no hay nadie que se encargue de su mantenimiento, los «listillos» de siempre utilizan esta pared como tablón de anuncios para ofrecer pisos en alquiler, habitaciones, entradas para diferentes eventos y todo lo que se les ocurre.

El espectáculo es bastante lamentable y nada bueno dice de las personas que colocan estos anuncios. Sabemos que los tiempos están complicados y que hay mucha más oferta que demanda, pero todo tiene sus límites y no podemos dejar las paredes de los edificios en un estado tan deplorable. Bastante tenemos ya con los pintamonas de turno, como para permitir que nuestras fachadas se conviertan también en tablones de anuncios.

Ya se han iniciado las obras de la nueva rotonda que se va a construir en el cruce de la calle Peña de Francia y la Avenida de los Maristas, que pasará a denominarse Adolfo Suárez, en recuerdo del fallecido Presidente del Gobierno.

Para crear esta nueva rotonda es necesario recortar aceras, modificar pasos de cebra, cambiar farolas y semáforos, además de construir la rotonda propiamente dicha, que tendrá un radio de 10 metros. Todo esto está previsto que nos cueste algo más de 106.000 euros.

Estas obras pretenden facilitar el tráfico en la zona, ahora mucho más sobrecargado por los nuevos accesos al Hospital Universitario. El problema es que las obras se van a alargar nada más y nada menos que dos meses, con lo que está garantizado que aumentarán los atascos y el tráfico será todavía más complicado. ¿No habría sido más lógico haber construido la rotonda antes de poner en marcha los nuevos accesos al Hospital? Creemos que, sinceramente, sí.

De una manera un tanto chapucera, sin avisar ni a los vecinos ni a los habituales de la zona con algunos carteles explicativos, a primeras horas de la tarde se retiraban los plásticos que tapaban las nuevas señales de regulación del tráfico y se modificaba el sentido de varias calles del Barrio San Bernardo: Volta, Huerta Otea, Saucelle y Villarino.

La situación ha sido bastante confusa a lo largo de la tarde, con vehículos circulando en ambos sentidos, con muchos conductores perplejos, sin saber qué hacer y sin que se viera a la Policía Municipal por las calles afectadas, algo realmente llamativo.

Los vehículos aparcados siguen, en muchos casos, en el sentido contrario al de la nueva dirección de la calle, pues nadie ha avisado de cuándo iba a producirse este cambio.

Hay que reconocer que se trata de una manera bastante chapucera de cambiar el sentido del tráfico. Hubiera sido bastante más lógico colocar carteles informativos en las calles, en los portales, indicando la fecha y hora de estos cambios con unos cuantos días de antelación.

En la calle Vecinos, cerca de la confluencia con la calle Arapiles, sigue en pie (por decirlo de alguna manera) esta boca de riego, de las que se instalaban hace mucho años para que los bomberos pudieran conectar sus mangueras.

La mayoría de estas bocas han ido desapareciendo con el paso de los años, ya que suponían un gran estorbo y no eran de ninguna utilidad. Esta boca, sin embargo, se mantiene ahí, con este aspecto tan desastroso, a punto de venirse abajo en cualquier momento.

Pensamos que ya es hora de que sea retirada, aunque sea solo por una cuestión estética. No parece propia de una ciudad moderna. Parece una imagen de una ciudad tercermundista.

En la esquina de la calle Nueva de San Bernardo con la calle Alarcón se encuentra este balcón, que se desprendió en parte, por lo que hubo que colocar unos andamios y unas vallas para evitar que los viandantes resultaran heridos.

Han transcurrido ya muchos días desde que se produjo el desprendimiento y las vallas, que se suponían provisionales, parece que se van a convertir en permanentes. Además, el resto del balcón que aún sigue en su sitio no parece muy firme, por lo que se podría venir abajo en cualquier momento.

Creemos que ya va siendo hora de que se proceda a desmontarlo en su totalidad, para evitar que ocurra alguna desgracia.

Hoy, martes, 25 de marzo, han dado comienzo en el Barrio San Bernardo las obras para eliminar algunas de las barreras arquitectónicas que dificultan el desplazamiento de aquellas personas que tienen problemas de movilidad.

La calle Peña de Francia, en su confluencia con la Avda. F. Villalobos, ha sido la primera vía en la que han empezado a rebajarse los bordillos en los pasos de cebra, para permitir el paso de todas las personas, incluidas las que utilizan sillas de ruedas. Este cruce, que une  la Escuela Oficial de Idiomas y la Estación de Autobuses es un lugar muy concurrido, por lo que la elección parece bastante acertada.

Otras 19 calles del Barrio San Bernardo van a verse beneficiadas por estas obras, que supondrán la rebaja de bordillos en los cruces de todas estas calles.

Esperamos que las obras ser desarrollen con rapidez y, sobre todo, que se hagan con esmero, para evitar que volvamos a ver a los albañiles dentro de unos pocos meses, como ha sucedido en otras ocasiones.

La petición presentada ante el Ayuntamiento por la Asociación «ASANBER» ha sido atendida con rapidez y diligencia.

El acceso a la parada de autobús situada frente a la Estación de Autobuses resultaba complicado, por el barrizal existente. Solicitábamos, el pasado día 6 de febrero, que se habilitara un acceso adecuado a la parada. No han pasado 15 días y ya contamos con unas pequeñas «aceras» que nos permiten acceder a la parada por ambos lados. Nuestra felicitación a los responsables municipales, que han solucionado este pequeño problema con celeridad.

Acceder a la parada del autobus urbano que se encuentra situada frente a la Estación de Autobuses, en la Avenida F. Villalobos, resulta realmente complicado en estos días, salvo que queramos acabar cubiertos de barro y con los pies empapados de agua.

La supuesta zona verde situada entre la acera y la calzada, que nada tiene de verde, sino que está convertida en un barrizal, impide acceder a la parada del bus en cuanto llueve un poco.

Por ello, hemos remitido un escrito al Ayuntamiento de Salamanca pidiendo que se establezca un paso desde la acera a la marquesina de la parada del autobus, algo que no supone un gasto excesivo y que debería realizarse lo más pronto posible.

Hemos recibido en la Asociación «ASANBER» las quejas de algunos vecinos del Barrio con respecto a la señalización de la Avenida de Champagnat.

Exponen estos vecinos, creemos que con toda la razón del mundo, que existe un paso de cebra y un semáforo en la confluencia de la calle Villarino con la Avenida de Champagnat, cuando la citada calle Villarino es muy poco transitada y no tiene gran movimiento peatonal. En cambio, el cruce de la Avenida de Champagnat con la calle Volta es un lugar con un muy alto tránsito de peatones, que se dirigen al Campus Universitario o a los Hospitales. A ciertas horas del día el trasiego es realmente denso. Sin embargo, no existe ningún paso de cebra que facilite el cruce, por lo que son muchas las situaciones de peligro que se producen a lo largo del día.

Por estos motivos, hemos solicitado al Ayuntamiento que se estudie la procedencia de colocar un paso de cebra en el cruce anteriormente mencionado de la Avenida de Champagnat con la calle Volta, viendo la posibilidad de trasladar el semáforo existente en la Avenida desde su posición actual, en la confluencia con la calle Villarino, hasta el cruce con la calle Volta.