Sep 09 2010

¿Qué culpa tiene el árbol?

Ya nos hemos acostumbrado a ver las cabinas de teléfonos llenas de anuncios. Lo mismo sucede con los postes de las señales, las registros de la luz o los semáforos. Incluso las cristaleras de los locales comerciales vacíos aparecen plagadas de anuncios en los que se vende de todo, se alquilan habitaciones o se ofrecen mil y una excentricidades.

Se puede llegar a entender que la gente utilice estos lugares para anunciar sus ofertas, a pesar del impacto visual tan negativo y de la suciedad que generan, pero lo que resulta del todo injustificable es que utilicemos los árboles para colocar estos anuncios. Con el agravante de que, en el caso que recoge la fotografía, no se ha utilizado cinta adhesiva para fijarlo, sino unos clavos. El pobre árbol no puede defenderse y tiene que sufrir este castigo que no se merece. Muy poca sensibilidad demuestra el que ha llevado a cabo este «atentado». Que pruebe a clavarse el cartel en su espalda, por ejemplo, y vaya por ahí haciéndose la publicidad que tanto busca.

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