Las esculturas situadas en los jardines de la calle Los Villares han sido reparadas, tal y como se puede  apreciar en la foto. El material de las esculturas se había ido deteriorando con el paso de los años, por el efecto de la lluvia y el viento, por lo que era más que necesaria esta labor de restauración. Los vándalos también se habían ensañado con las esculturas, realizando pintadas en las mismas.

Esta labor se ha llevado a cabo dentro de las tareas  de  reforma de la zona ajardinada de la cita calle de Los Villares, una zona verde del Barrio que ha estado últimamente ocupada por una serie de mendigos y vagabundos que han ocasionado numerosas quejas entre el vecindario.

El escultor salmantino Ángel Mateos ha sido galardonado con el Premio Castilla y León de las Artes 2008. El artista, nacido en Villavieja de Yeltes en el año 1931, ha recibido este importante premio como reconocimiento a su amplia  trayectoria en el mundo de la escultura, que alcanzó su madurez creativa en la década de los años 80.

Especializado en el hormigón armado, sus piezas geométricas destacan por la limpieza de sus líneas y la contundencia de sus volúmenes. Debido a su fuerte personalidad, nunca mantuvo una relación fácil con otros escultores y chocó con demasiada frecuencia con los políticos, lo que provocó que sus obras no tuvieran el éxito y la proyección que merecían.

A pesar de su origen salmantino, no ha tenido nunca el reconocimiento de las autoridades locales y buena prueba de ello es que no existen obras suyas en la ciudad, salvo la que está ubicada en los jardines de la calle Los Villares, en el Barrio San Bernardo, que el artista regaló a la Asociación de Vecinos «ASANBER» en el año 1983. La obra, denominada «Prisma» formaba parte de una serie de esculturas en las que Ángel Mateos investigaba las fracturas y rotaciones de diferentes figuras geométricas.

La escultura fue donada de forma absolutamente desinteresada por el artista a la Asociación «ASANBER» y fue inaugurada el día 19 de junio de 1983, como puede comprobarse en las hemerotecas, por el artista y el Alcalde de Salamanca, Jesús Málaga, junto con representantes de la Asociación.

Esta pieza fue la primera escultura de lo que se puede considerar el museo de escultura al aire libre del Barrio San Bernardo, donde se pueden contemplar piezas de diferentes artistas, que han ido donando sus obras a la Asociación «ASANBER» a lo largo de los años.

La Diputación de Salamanca acaba de editar, dentro de su catálogo de publicaciones, un libro titulado Escultura Pública Salmantina, del que son autores Valeriano Hernández y Santiago Juanes.

Este catálogo recoge la totalidad de piezas al aire libre existentes en la provincia de Salamanca. Cada escultura cuenta con la correspondiente fotografía y un texto en el que se nos informa del autor, fecha de inauguración y motivo por el que se crea la obra y se ubica en su lugar actual.

Dentro de este catálogo aparecen las esculturas ubicadas en el Barrio San Bernardo, que fueron donadas por diferentes artistas a la Asociación de Vecinos para crear un pequeño museo de escultura al aire libre.

La impresión que se tiene al pasear por la Avenida de Villamayor y observar esta zona, supuestamente verde, pero sin una simple hierba a la vista, es de una enorme tristeza.Una tristeza aún mayor si comparamos este espacio con los situados más arriba y más abajo de la avenida, que lucen un hermoso césped.

La escultura «El señor de los pájaros», donada a la Asociación «ASANBER» por Rosa María Barrientos, merece un trato un poco más digno y debería contar con una zona ajardinada en las mismas condiciones que el resto. Seguro que no resulta tan caro poner un poco de «verde» en este espacio.

No sabemos a quién se le ha ocurrido colocar este tubo tras la escultura «El señor de los pájaros«, obra de Rosa María Barrientos que forma parte del conjunto de esculturas al aire libre del Barrio San Bernardo. Lo que resulta evidente es el efecto visual tan impactante.

La falta de sensibilidad y respeto por nuestro patrimonio sigue siendo enorme y demuestra, una vez más, que algunos, a la hora de pensar, utilizan los pies en vez de la cabeza.

San Bernardo busca desde hace cuatro años, una escultura de Genaro de No donada al barrio y que desapareció de la plaza de las Cigüeñas

La Palabra, 26 – IV – 2007

Desapareció en febrero de 2003. La escultura, diseñada por Genaro de No y realizada por la Asociación de Artistas Salmantinos, permanecía, desde su inauguración en 1985, en la plaza de las Cigüeñas y formaba parte, junto a otras trece creaciones, del Museo de Esculturas del barrio de San Bernardo. Una iniciativa que surgió en el seno de la asociación vecinal Asanber y gracias a la cual diferentes autores, a lo largo de los años, han ido donando al barrio sus trabajos escultóricos para ser instalados en diferentes calles y plazas de San Bernardo.
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Vecindario nº48

Una escultura situada en la Plaza de las Cigüeñas, diseñada por el que fue durante muchos años arquitecto municipal, Genaro de Nó, autor también de las pinturas de la Iglesia de la Santísima Trinidad en el Arrabal, ha desaparecido. Esta escultura, compuesta por una serie de piezas que se entrecruzaban, formó parte del desfile del concurso de carrozas que tenía lugar durante las ferias y fiestas de la ciudad. Posteriormente, la escultura se colocó en la citada plaza, donde ha permanecido durante años.

Por parte del Ayuntamiento no ha habido ningún interés en conservarla, a pesar de los distintos escritos remitidos por la Asociación. La chapa de las piezas se ha ido degradando y la corrosión ha terminado con ella. La Asociación, en un intento por salvarla, le dio una capa de pintura hace unos años, pero no ha sido suficiente. Las últimas piezas caían a principios de este año 2003, víctimas de los gamberros. Nadie se ha preocupado por ella. Así es como se cuida nuestro Barrio.

Vecindario nº50

Resulta bastante triste observar el estado de abandono que presentan las esculturas del Barrio. Dejadas de la mano del Ayuntamiento (el responsable de su mantenimiento) el metal se corroe, algunas piezas se sueltan, mientras la suciedad y los excrementos de los pájaros hacen el resto.

El Ayuntamiento, ya hace años, puso en marcha un plan de mantenimiento de esculturas, destinado a garantizar su buena conservación. No sabemos si habrá servido de algo en otras esculturas, pero es evidente que no ha llegado a las que están situadas en el Barrio San Bernardo.

De seguir la situación tal cual, pronto veremos cómo se deterioran del todo y sólo serán chatarra para tirar a la basura.

Así es como se cuida nuestro patrimonio escultórico. Y eso que somos una ciudad culta.

Vecindario nº51

El Ayuntamiento de Salamanca tiene previsto restaurar y adecentar algunas esculturas situadas en diferentes lugares de la ciudad.

Una de ellas es la situada en los jardines de la calle Los Villares, realizada por Ángel Mateos y donada al Barrio San Bernardo en el año 1983. Se trata de la primera escultura colocada por la Asociación de Vecinos en el Barrio.

Esta iniciativa del Ayuntamiento, largamente reclamada por «ASANBER»,va a ser posible gracias a la colaboración de Caja España, a través de su Plan de Ayudas, que ha concedido al Ayuntamiento una cantidad cercana a los 120.000 euros.

En todo caso, quedan otras muchas esculturas en mal estado, tanto en el Barrio como en el resto de la Ciudad, por lo que no debe quedarse en algo testimonial, sino que debe ser el comienzo de una verdadera operación de restauración de todo el elenco de esculturas que llenas las calles y plazas de la ciudad.

Vecindario nº47

Tomás Blanco García, profesor del centro «Giner de los Ríos», acaba de publicar un libro titulado Monumentos Conmemorativos en Salamanca. En esta obra, dedicada a repasar los monumentos y esculturas de la ciudad, se dedica un capítulo a las esculturas situadas en el Barrio, donadas por diferentes artistas a la Asociación «ASANBER». Se recoge desde la primera obra, donada por Ángel Mateos en el año1983, hasta la última pieza, «El Señor de los Pájaros», de Rosa Martín Barrientos, situada en la Avenida de Villamayor.