La acera derecha de la Avenida F. Villalobos, en el tramo comprendido entre el Paseo de Carmelitas y la calle Volta, se encuentra en un lamentable estado, con un gran  número de pastillas sueltas, levantadas e incluso, como se aprecia en la foto, desaparecidas. Pasear por dicha acera es, sobre todo para la gente que tiene alguna dificultad al andar, bastante peligroso, por los tropezones que provocan las pastillas sueltas y la posibilidad de que se produzcan caídas.

Para evitar males mayores,  la Asociación «ASANBER»  presenta un escrito en el Ayuntamiento de Salamanca solicitando que se arregle cuanto antes todo ese tramo de la acera.

Anoche tuvo lugar en la sede de la Asociación «ASANBER» una reunión de los vecinos afectados por las obras del edificio que se está construyendo en la trasera del Hospital de la Santísima Trinidad.

La reunión,  convocada por la Asociación atendiendo a la petición de algunos vecinos, sirvió para informar a todos de la situación legal y urbanística del edificio, así como de la denuncia presentada por la Asociación  y la tramitación previsible. También se informó del proyecto (ahora en periodo de alegaciones) para urbanizar el resto de la trasera del Hospital que ha pasado a ser de titularidad municipal.

Algunos vecinos decidieron iniciar consultar jurídicas para ver las posibilidades de denunciar las obras, mientras que otros manifestaron su preferencia por esperar a ver los resultados de la inspección técnica municipal, que se producirá en breve (al menos, eso esperamos).

Se han iniciado las obras de urbanización de la trasera del Hospital de la Santísima Trinidad, donde está previsto crear una calle nueva que sirva de acceso al edificio que se está levantando allí. Y, como ya viene siendo una costumbre, se inician las obras cuando todavía se encuentra el proyecto en periodo de alegaciones, por lo que no dispone de la correspondiente aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento. Eso de cumplir con la normativa parece que no es para todo el mundo. ¿Qué pasaría si el proyecto es rechazado por algún motivo? Pues suponemos que lo de siempre. Se acabaría buscando una solución para consolidar lo que no se debió hacer. Así funcionamos y así nos va.

Además de la calle antes mencionada (que tendrá una anchura de 14 metros, con dos carriles de tráfico, dos bandas de aparcamiento y aceras de 3 metros) se crean otras dos parcelas en la parte que limita con la calle Nueva de San Bernardo. En una de estas parcelas está prevista la construcción de un edificio de  unas 30  viviendas, en forma de L y haciendo esquina con la calle nueva.

La otra parcela va a acoger una zona de juegos infantiles y una zona ajardinada bastante reducida. Nada que ver con el «amplio jardín» que se prometió a la ciudadanía cuando se llevó a cabo la Modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana que permitió, entre otras barbaridades,  la construcción de ese edificio tan enorme como desproporcionado  que se está levantando en la actualidad.

Esta mañana el ruido de las máquinas, que han empezado a taladrar el asfalto y el hormigón, despertaba a los vecinos de la calle Cuarta y zonas aledañas, dando comienzo a las obras de urbanización de esa calle y de la calle Quinta.

Recordamos que las obras fueron adjudicadas por el Ayuntamiento a la empresa Martobar por un importe algo superior al medio millón de euros. La empresa se ha comprometido a llevar a cabo las obras de urbanización de estas dos vías en un plazo de cuatro meses y medio.

Esperemos que se cumplan los plazos y que el resultado de las obras deje satisfechos a los vecinos.

La Asociación del Barrio San Bernardo «ASANBER» en un escrito presentado en el Registro Municipal del Ayuntamiento de Salamanca denuncia las obras que se están llevando a cabo en el mismo porque consideramos que no se atienen al proyecto que recibió la licencia urbanística en el año 2006. Continuar leyendo »

Poco dura la alegría en la casa del pobre, dice el saber popular, y con toda la razón del mundo.

Las papeleras que se habían ido colocando por el barrio desde finales del mes de octubre están siendo destrozadas por esos ya habituales, aunque no por ello menos despreciables, vándalos de la noche, que aprovechan las altas horas de la madrugada para ir destrozando todo lo que encuentran a su paso.

Cuando no han pasado todavía cinco meses desde la colocación de las primeras papeleras, algunas de ellas ya han sido arrancadas de su estructura, algo que no se hace con un simple golpecito, sino que requiere una dedicación y un esfuerzo considerables. Así no hay forma de que la ciudad presente un aspecto digno y apropiado.

Está visto que  para cierta gente no vale ningún tipo de norma de convivencia. El único lenguaje que manejan y entienden es el de la violencia. ¿Qué daño les hacen las papeleras, los contenedores, las cabinas de teléfonos? Está claro que ninguno. Lo único que quieren es destrozar, porque  de esa manera  se divierten. Pobreza mental mayor que esta no la hay. Porque, al fin y al cabo, están destrozando algo que también es suyo, que se paga con sus impuestos.

El Ayuntamiento de Salamanca,  a través de la Mesa de Contratación, ha adjudicado las obras de urbanización de las calles Cuarta y Quinta, ambas en el Barrio San Bernardo, a la empresa Martobar.

Esta empresa se compromete a llevar a cabo las obras de urbanización de las dos calles en un plazo de cuatro meses y medio. Supone una reducción con respecto a las bases, en las que se contemplaba un periodo de seis meses. Igualmente, se reduce de forma considerable el presupuesto de ejecución, que se valoraba por los técnicos en 692,294.00 euros y, finalmente, se va a ejecutar por un importe de 563,527.96 €. Está visto que la crisis económica obliga a ajustar todas las partidas y las empresas, para poder seguir trabajando se ven forzadas a estas rebajas.

Además de renovar las redes de aguas, se van a pavimentar las dos calles y se van a instalar nuevos puntos de luz, muy necesarios, pues las calles, sin escaparates comerciales, presentaban un aspecto bastante tenebroso por las noches.

El sorprendente nombre de estas dos calles viene dado por el hecho de que se trataba de la cuarta y quinta salida a la izquierda desde el antiguo Camino Viejo de Villamayor. Las calles Alarcón, Edison y Volta eran las tres primeras. El Ayuntamiento de Salamanca, bajo el mandato de Julián Lanzarote, se planteó la posibilidad de cambiar el nombre de estas dos calles, pero los vecinos manifestaron su oposición y prefirieron continuar con el nombre de toda la vida.

El barrio San Bernardo apenas va a notar los efectos del Fondo Estatal de Inversión Municipal, una partida presupuestaria extraordinaria que distribuye el Gobierno entre todos los ayuntamientos del país para tratar de combatir la crisis económica que nos afecta.

El Ayuntamiento de Salamanca recibirá una partida de 27,6 millones de euros. De esta cantidad, para el barrio San Bernardo sólo se va a dedicar una pequeñísima parte, destinada a mejorar el alumbrado de algunas calles. No se ha hecho público el número exacto de calles ni la cantidad que se destina a ellas, pero se trata, sin lugar a dudas, de una cifra ridícula.

Enla propuesta del Ayuntamiento hecha pública estos días no se plantea la posibilidad de urbanizar algunas calles del barrio que lo necesitan claramente, como pueden ser Volta o Arapiles.

Tampoco está previsto adecentar las zonas verdes, abandonadas y en un deplorable estado,  ni la mejora del Centro Cívico, que necesitaría un buen lavado de cara.

Tras muchos meses sin poder disponer de papeleras, ya es posible encontrar algunas en las que depositar los habituales desperdicios que nos van surgiendo a lo largo del día.                                                                                                                                                               Las papeleras que existían con anterioridad  fueron retiradas en su totalidad, se encontraran en buen o mal estado, y eran numerosas las quejas y protestas de muchos viandantes, que no encontraban lugar para tirar las colillas, los envoltorios de chicles, golosinas, etc.

Se acaban de colocar las primeras ( y suponemos que no las últimas) papeleras en la Avenida F. Villalobos. Esperemos que se continúe con esta tarea por el resto de las calles del barrio, para que los paseantes puedan encontrar un lugar en el que arrojar estos desperdicios. A ver si así conseguimos unas calles más limpias, pues, en general, dejan bastante que desear.

Vecindario nº 62

Está visto que esto de las obras no tiene fin. Cuando parecía que ya habían terminado, por fin, las obras de renovación de redes, nos encontramos, una vez más con las consabidas señales de desvío del tráfico, los bloques, las vallas y la pala excavadora.

En esta ocasión, la obra ha sido llevada a cabo por el Ayuntamiento de Salamanca a través de la empresa concesionaria Aqualia, y ha consistido en la renovación de los sumideros de agua, debido a que se formaban unos charcos enormes frente a la Estación de Autobuses, tal y como habíamos denunciado desde «ASANBER».

Se da la circunstancia de que es ya la tercera vez, que recordemos, que se renueva esta red, lo cual quiere decir que en anteriores ocasiones no se ha hecho bien. El caso es que seguimos gastando dinero en obras, causamos problemas a los peatones y conductores y damos una malísima imagen. ¿De verdad no es posible un poco de planificación y de orden, para evitar este contínuo abrir y cerrar calles?

Y no acaban aquí todos los males. Nos hemos enterado de que todavía queda pendiente de abrir la zona de la Plaza de las Cigüeñas, donde la red de aguas es bastante vieja y puede reventar el día menos pensado. No se renovó durante las obras del resto de calles del barrio por falta de presupuesto, pero no va a quedar más remedio que hacerlo en breve, antes de que empiecen de nuevo los reventones y seamos, de nuevo, noticia en los medios.