La tarde del sábado, 30 de mayo, tuvo lugar la séptima edición de la Feria de Asociaciones del Consejo Social ENTRETRES.

Este Consejo, que aglutina a Asociaciones de los barrios San Bernardo, Oeste y Vidal, organiza todos los años una Feria en la que las Asociaciones integrantes del mismo muestran sus actividades y se reúnen para despedir el curso en un ambiente festivo.

Se inició la Feria con una serie de actividades destinadas, fundamentalmente, a los chavales, con juegos variados. Posteriormente, la Coral de la Asociación de Mayores «La Golondrina» interpretó varias canciones populares, para deleite del público.

El grupo Kamaru Teatro puso el broche final a la jornada con el espectáculo «La copla del ciego: El Crimen de Pancaliente», una divertida obra que nos hizo reír a todos los asistentes.

El Banco del Tiempo, de la Asociación Dinamika, estuvo presente en la Feria con su Mercadillo de trueque.

En la noche de ayer todos aquellos socios y vecinos del barrio que acudieron a la cita, pudieron disfrutar, otro año más, de la maravillosa visita cultural que organiza la Asociación «ASANBER» para dar a conocer el patrimonio cultural y literario de nuestra preciosa ciudad.

De la mano de Fernando Saldaña, fuimos recorriendo algunos de los rincones más bonitos y acogedores del casco antiguo para ir recreando, a base de leyendas y anécdotas, parte de la historia de Salamanca, con sus personajes más conocidos. San Juan de Sahagún, la Marquesa de Almarza o Santa Teresa de Jesús, por citar solo algunos de los más renombrados, dieron pie a las narraciones que Fernando nos fue transmitiendo, acompañadas de algunos juegos de magia.

Todo un placer para los asistentes, que, como de costumbre, salieron con un buen sabor de boca y deseando repetir la experiencia.

Hay que reconocer el esfuerzo que hacen algunas personas por tratar de educar al resto de los ciudadanos. Y todavía merece un mayor aplauso cuando se hace para defender aquello que nos pertenece a todos, algo que no suele ser muy valorado en estos tiempos en que todos nos hemos hecho muy egoístas y no nos preocupamos más que de lo nuestro.

Como se aprecia en la fotografía, algún vecino (o vecina) ha colocado este cartel en una higuera que se encuentra en la calle Gacela.

Seguro que, cuando maduren los higos, serán muchos los que sientan la tentación de coger alguno. Se les invita amablemente a hacerlo, pero respetanto las ramas, con el fin de que el árbol siga desarrollándose y nos siga aportando sombra y frutos en años venideros.

Nada nos gustaría más que ver cómo se respeta esta petición y la higuera sigue en perfecto estado durante muchos años.

La calle Vecinos se encuentra a la espera de recibir una nueva capa de aglomerado asfáltico. Hace ya días que los operarios procedieron a rebajar los extremos de la calle y la zona colindante a los bordillos, además de subir los registros de las diferentes conducciones. Esa situación, que se alarga ya bastantes días, está provocando las quejas de los conductores, que ven cómo los vehículos botan al entrar y salir de la calle.

Las señales colocadas en la calle anunciaban para el día de hoy la sesión de asfaltado, pero no ha sido así. Es de suponer que no se retarde mucho la operación, teniendo en cuenta que las elecciones están a la vuelta de la esquina y las autoridades no van a querer tener cabreados a los vecinos, no sea que les nieguen el voto.

Los fuertes vientos del pasado lunes provocaron numerosos incidentes en toda la ciudad, siendo el Barrio San Bernardo uno de los más afectados, pues se produjo la caída de varios árboles ubicados en la Avenida Filiberto Villalobos.

Aunque, afortunadamente, no hubo víctimas, sí hubo que lamentar desperfectos, pues uno de los árboles cayó sobre dos vehículos estacionados en la citada avenida.

Es cierto que el viento alcanzó una fuerza poco habitual y que la caída de árboles puede ocurrir en estos casos, pero también hay que llamar la atención sobre el hecho de que hayan sido cuatro los árboles afectados y todos ellos situados en la misma zona.

La poda que se ha ido realizando a lo largo de los años en estos árboles, subiendo cada vez más la copa, con el fin de evitar que tapen los semáforos, conlleva que la estabilidad de los troncos sea cada vez menor y los árboles queden más expuestos a ser derribados por el viento.

Son razones que hay que considerar también cuando se podan los árboles. No solo hay que pensar en el tráfico.