Comentan muchos vecinos, con toda la razón del mundo, que no se nota ambiente alguno de fiestas en el Barrio. Una vez que cruzamos el Paseo de Carmelitas y nos adentramos en el Barrio San Bernardo, desaparece, como por arte de magia, todo el ambiente y la animación que se puede ver en la zona centro.

Con unas fiestas tan centralizadas, en las que prácticamente todas las actividades tienen lugar en un reducido número de lugares, todos ellos en el casco antiguo, los barrios se ven desiertos y abandonados. Los propietarios de los establecimientos se preguntan si ellos no son también ciudadanos de primera, ya que no sólo no disfrutan de ninguna ventaja estos días, sino todo lo contrario, ven cómo la gente se desplaza al centro, dejando vacíos los barrios.

Sería bueno para todos que las Ferias y Fiestas de la ciudad no se concentraran tanto en una zona y se ofreciera una programación más diversificada en cuanto a las ubicaciones de las actividades.