Las aceras de la calle Peña de Francia, en el tramo superior de la calle, presentan un estado vergonzoso. A pesar de ser una obra reciente, las deficiencias son realmente preocupantes. Pasear por las dos aceras es como asistir a un paseo de claqué, con todas las baldosas bailando y sonando, pues se encuentran huecas en su base. Esto provoca que muchas de ellas se muevan y desplacen, que se vayan rompiendo, que en los días de lluvia se llenen de agua y salpiquen a los viandantes, etc.

No sabemos si ya habrá concluido el periodo de garantía de la obra, pero sería necesario reclamar a la empresa responsable de la instalación de las baldosas, por lo mal hecho que está el trabajo. Pronto habrá que proceder a reparar estas aceras y volver a gastar un dinero, que pagaremos entre todos, por la dejadez de los encargados de vigilar que las obras se hagan en condiciones.