Abr 29 2008
Más semáforos en Champagnat
El Ayuntamiento de Salamanca ha procedido a colocar nuevos semáforos en la Avenida de Champagnat, tal y como se aprecia en la fotografía.
El aumento del tráfico rodado en esta avenida, junto a la gran velocidad a la que circulan buena parte de estos vehículos, ha provocado quejas de los peatones que se desplazan por esta zona. El hecho de que haya una gran población estudiantil, procedente del Campus Universitario, y el que es un lugar muy habitual de tránsito peatonal hacia los hospitales, ha llevado a que se adopte esta decisión, que creemos bastante acertada.
Está visto que la única manera de «pacificar» el tráfico es a base de poner semáforos. Sin embargo, las últimas tendencias en Europa están optando por suprimirlos. ¿Será que aquí todavía no estamos lo suficientemente avanzados? El tiempo se encargará de dar o quitar la razón.
Un comentario para “Más semáforos en Champagnat”
Pues sí; es triste que se tenga que recurrir a la colocación de un semáforo para, como has dicho, pacificar el tráfico. Aunque lo que aquí se hace no es pacificarlo sino cortarlo a intervalos cortos de tiempo.
Hay decenas de soluciones para reducir la velocidad de los coches dentro de las ciudades: «Zonas 30», carriles más estrechos, pasos de peatones elevados (el coche puede subir al nivel de la acera. ¿Por qué siempre son los peatones los que tienen que bajar a la calzada?) Calles de coexistencia, de plataforma única, tipo Woonerf, recorridos menos lineales y más serpenteantes, cruces «inteligentes» a un mismo nivel.
Los conductores tienen que respetar al resto de los tráficos que se dan en la ciudad. Es difícil, pero poco a poco deberían asumir que no tienen por qué ser un medio de transporte privilegiado en nuestras calles, sino uno más que tiene que compartir el espacio urbano con peatones, ciclistas, autobuses, tranvías…
De todas maneras eso es pedir mucho por estas latitudes. Aquí seguimos con los semáforos, las rotondas, las rotondas con semáforos, los aparcamientos en bordes de cascos históricos, los carriles de circulación de cinco metros, el asfalto, las calles con tráficos segregados en las que el vehículo privado ocupa más del 70% de la sección, las vallas en las aceras separando claramente los coches de los peatones y fomentando las altas velocidades dentro de los cascos urbanos… Así es normal que la gente vea al vehículo privado como el medio más apropiado para moverse por la ciudad, cuando, a pesar de todas las facilidades que se le dan, ha quedado demostrado decenas de veces que no es un medio ni eficaz, ni ecológico, ni rápido, ni barato, ni sano.
Es útil y necesario para unos pocos para los que por su trabajo, edad, estado físico o condiciones persosales concretas, se vuelve indispensable. Los demás, ¿para qué queremos movernos con un coche por Salamanca? Somos libres y tenemos todo el derecho del mundo a hacerlo (faltaría más) pero deberíamos buscar un uso más racional a este medio de transporte.