Los responsables de la frutería que aparece en la fotografía han decidido decorar la trapa metálica de acceso a la tienda con estos coloristas y llamativos dibujos. Consiguen, con ello, llamar la atención de los clientes y, además, evitan que los «pintamonas» de turno dejen el espacio lleno de garabatos de un gusto más que dudoso.

Aunque no se trata de unos dibujos especialmente originales, pues hemos podido verlos hasta la saciedad en la televisión, sí sirven  para llamar la atención. Esperemos que los grafiteros los respeten, de acuerdo con su código ético interno.