Jul 06 2012
Para poner algo de orden
La plaza de las Cigüeñas se ha convertido en uno de los lugares más buscados por los conductores para aparcar sus coches, dada la enorme dificultad para encontrar una plaza donde dejar el vehículo durante los días laborables. El hecho de que se encuentre un tanto escondida y que sea una especie de cul de sac, es decir, sin salida, hace que se amontonen los coches, a veces en un completo caos, ocupando aceras, en doble fila o taponando la entrada-salida.
Para evitar esa «jungla» de asfalto, se ha procedido a pintar los carriles de entrada y salida, marcando las zonas donde se puede aparcar y aquellas en las que no es posible, para evitar que se tapone el acceso al interior de la plaza y las calles traseras.
Solo queda esperar que los conductores sean cívicos y respeten esta señalización.