Vecindario nº NN

El estado de conservación del parque «Villar y Macías» es realmente bochornoso. Las fuentes no funcionan, todo presenta un aspecto descuidado y sucio y, además, se está convirtiendo en un lugar al que no se debe ir.

La pérgola construida en el parque presenta un estado no sólo lamentable, sino peligroso para cualquiera que pase por allí. Los tableros se caen, amenazando con hacerlo sobre cualquiera de los peatones que utilizan ese paseo.

No se entiende muy bien por qué se decidió hacer esa pérgola de la manera en que se construyó ni el material utilizado. Era bastante evidente que el agua se iba a acumular en las partes bajas, al no contar con pendiente para su evacuación. También resultaba claro que los tableros de la cubierta iban a durar poquísimo.

Con ello, no quedará otro remedio que volver a hacer obra y gastar más dinero en la reparación. Seguramente la obra fue más barata al realizarla con ese material, pero, como dice la sabiduría popular, lo barato es caro. Y se paga con el dinero de todos nosotros.