Vecindario nº 62

Los operarios municipales procedían, en la mañana de hoy, a reparar la acera de la calle La Alberca. Una acera que ya ha sido levantada en numerosas ocasiones, con diferentes motivos, durante los últimos años.

Lo que no se ha hecho nunca es ampliarla, tal y como lleva pidiendo la Asociación «ASANBER» (y muchos vecinos) desde hace años, pues es tan estrecha (poco más de un metro de amplitud), que malamente permite que se crucen dos personas. Se trata, además, de una calle muy transitada, pues es uno de los ejes de bajada y subida del campus universitario, por lo que transitan a diario por ella varios miles de personas.

Si a ello unimos que, unos metros más arriba se encuentra una parada de autobús, sin que la acera se ensanche, cabe imaginar que resulta imposible el tránsito por ella, por lo que los viandantes se ven irremediablemente obligados a bajar a la calzada.

Creemos que no cuesta tanto el ampliar esta acera y permitir que los peatones puedan caminar por ella sin mayores complicaciones. Más bien parece que, desde la Casa Grande, no existe la menor intención de hacer caso a reivindicaciones procedentes de determinados grupos o asociaciones, por muy razonables que sean.

Los operarios están dando los últimos toques a la señalización de las calles, que han recibido estos últimos días la correspondiente capa de pintura para marcar los pasos de cebra, zonas de aparcamiento, direcciones obligatorias, etc.

Lo lamentable de esta campaña de asfaltado es que se haya limitado a ciertas calles, quedando fuera de la misma otras que también necesitaban esa capa de betún. Basta pasar por las calles Vecinos o Volta, por poner algún ejemplo, para ver que el estado del firme deja muchísimo que desear y que el asfaltado lo necesitan tanto como las calles que han resultado agraciadas con esta operación.

Hoy ha dado comienzo el asfaltado de un amplio número de calles del barrio, que habían sido levantadas con anterioridad  para renovar las redes de agua.

Tras el proceso llevado a cabo en los días previos de levantar las alcantarillas, tapas y sumideros, se está procediendo a extender una capa homogénea de asfalto sobre las calles, con el fin de acabar con los baches, socavones y fracturas que existían en muchas de ellas, algunas producto de las obras de renovación de redes y otras ya existentes anteriormente.

Esperemos que las obras se desarrollen con rapidez y, sobre todo, que el resultado sea duradero y nos garantice unas calles en condiciones para unos cuantos años.

En estos días se está procediendo en el Barrio San Bernardo a levantar las tapas y los sumideros de las calles, de cara al asfaltado de las calles que tendrá lugar este verano. Este asfaltado es, sin lugar a dudas, una obra necesaria, teniendo en cuenta el estado del firme de las calles, tras las obras de renovación de redes.

El hecho de que la nueva capa de asfalto va a elevar el nivel de la calle trae consigo otro problema. Los desagües de los canalones, que discurrían por debajo de las aceras y vertían las aguas sobre la vía, quedan taponados, por lo que se ha buscado una solución que se nos antoja bastante chapucera: romper el canalón en su confluencia con la acera y abrir un hueco para que salga por ahí el agua. Con lo cual, cada vez que llueva con una cierta intensidad, las aceras van a parecer auténticas piscinas y los peatones necesitarán un buen calzado para poder transitar por las mismas.

De nuevo, una solución para salir del paso, lo más barata posible y de poco futuro. Al igual que se hace en las carreteras, lo que procede es retirar en primer lugar la capa de asfalto vieja y sustituirla por una nueva, manteniendo el nivel de la calle y respetando todos los desagües existentes. Pero claro, eso vale más dinero y el Ayuntamiento no anda precisamente muy boyante. Así que, una vez más, parcheamos para salir del paso, pero no dejamos resueltos los problemas de cara al futuro. Así nos va.

Al igual que Groucho Marx reclamaba más madera para conseguir que el tren siguiera su marcha, sabiendo que estaba destruyendo el tren mismo, el Ayuntamiento de Salamanca sigue empeñado en llenar las calles y plazas de cemento.

El último ejemplo lo podemos ver en la Plaza de las Cigüeñas, donde se ha procedido a enlosar unas zonas que, hasta ahora, eran de tierra. Si bien es cierto que estaban abandonadas y no contaban ni con césped ni con arbustos, el cubrirlas con cemento y losetas sólo sirve para facilitar las labores de limpieza, pero en nada beneficia al ciudadano ni mejora su calidad de vida.

Estos espacios bien podrían haber sido ajardinados, al igual que ocurre con otras partes de la plaza, con lo que los vecinos contarían con más zona verde, que, además de refrescar la temperatura en los meses de verano, alegra la vista y purifica el aire. El cemento, en cambio, retiene el calor y hace que suban las temperaturas. Seguro que los servicios de limpieza se alegran de estas «soluciones», pues les facilitan su trabajo. En cambio, los ciudadanos salimos perjudicados.

El Ayuntamiento de Salamanca ha hecho público el plan de refuerzo del firme de las calles de la ciudad. Como todos los años, en los meses de verano, se procede a renovar el firme de las calles que presentan un mal estado de conservación del mismo. El Barrio San Bernardo es una de las zonas de la ciudad que más se va a beneficiar de esta campaña.

Las calles del barrio San Bernardo afectadas por las obras de renovación de redes van a ser asfaltadas de nuevo, ya que la empresa que ha llevado a cabo las obras se ha limitado a volver a tapar las zanjas que abría, con lo que el firme de las calles presenta bastantes irregularidades, baches y malos acabados.

Las calles que serán asfaltadas son Arapiles, La Alberca, Villarino, Mozárbez, San Felices, Babilafuente, Los Villares, Tejares, Santa Marta, Batuecas y Lumbrales, según la lista hecha pública por el Ayuntamiento de Salamanca.

Vecindario nº 61

El tramo de la calle La Alberca comprendido entre Filiberto Villalobos y Avenida de Champagnat ha sido asfaltado en la tarde de hoy. A diferencia de lo ocurrido en otras calles del barrio, donde sólo se ha cubierto la zanja abierta, en este caso se ha extendido una capa de aglomerado en caliente que abarca toda la vía, de una acera a otra.

Esta calle había sido objeto de denuncia por parte de la Asociación «ASANBER» , ya que desde finales de verano, cuando se taparon las zanjas de renovación de las redes de agua, permanecía abandonada, con enormes socavones que dificultaban en gran manera el tráfico. Desde el Ayuntamiento se nos informó, a finales de febrero, de que las obras se llevarían a cabo de inmediato, cuando se pusieran en funcionamiento las plantas de producción de aglomerado asfáltico en caliente. Se ve que ya ha llegado ese momento, con un más que evidente retraso, pero, como dice el saber popular, más vale tarde que nunca.

Vecindario nº 61

En estos días se puede ver por las calles del barrio a las cuadrillas que se encargan de reparar los desperfectos de las aceras, sustituyendo las pastillas y baldosas rotas, descolocadas o desaparecidas.

Es esta una actividad tan necesaria como beneficiosa, que se debería llevar a cabo con más frecuencia, con el fin de evitar tropezones y caídas, que suelen ser bastante frecuentes cuando las aceras presentan huecos, baches o baldosas levantadas.

Esta iniciativa, además, debería llegar a todas las calles del barrio, pues da la impresión de que sólo se lleva a cabo en las vías principales.

A raíz del escrito remitido al Ayuntamiento de Salamanca por el estado en que se encuentra el asfaltado de las calles del barrio los medios de comunicación de la ciudad (por ejemplo DGratis de hoy viernes) han reproducido imágenes de cómo carecemos de asfalto, de las calles llenas de coches sorteando el bache o adornadas con vallas de plástico señalizando que no hay asfalto.

Desde el Ayuntamiento ya han dicho que en marzo, el próximo mes, se asfaltarán las calles. Podríamos aplicar aquello de que «nunca es tarde si la dicha es buena», lo que pasa es que estamos así desde el pasado verano. Demasiados meses y demasiada dejadez.

La calle La Alberca, en su confluencia con la calle San Felices, presenta un enorme desnivel, producto de las obras de renovación de las tuberías en en barrio.

Lo curioso y sorprendente, además de intolerable, es que este “socavón”, que provoca las quejas de los muchos vehículos que tienen que atravesarlo a diario, lleva ahí desde el verano, sin que la empresa responsable de las obras se haya molestado en taparlo. Da la impresión de que se acabó el contenido de la cisterna que asfaltaba la calle, como se ve unos metros más arriba, y todo el mundo se ha olvidado de esta otra parte de la calle.

Por ello, desde la Asociación del Barrio San Bernardo “ASANBER” hemos remitido un escrito al Ayuntamiento de Salamanca, que se adjunta a continuación, pidiendo la inmediata reparación de esta “zanja”, que coincide, además, con la salida de los autocares que abandonan la Estación de Autobuses.

Leer el escrito completo, aquí.